Supongo
La verdad es que admiro la
amistad que no hiere pero que dice lo que piensa.
La amistad sencilla, discreta
y pura.
La amistad de las cosas claras y las sonrisas a tiempo.
Las amistades
con las que se puede hablar de todo sin sentirte violento o al descubierto,
vulnerable. La amistad que perdura, pase lo que pase, sea donde sea, surja
donde surja, y que contiene abrazos que reconfortan.

Amigos que sabes que te recogerán
en el peor de tus días y no dudarán en curarte y enseñarte a volar otra vez.
Las amistades de los silencios cómodos, de los cruces de miradas, de la
confianza, de la risa tonta o de las conversaciones absurdas.
Pero siempre nos
quedarán los reencuentros, las experiencias, los viajes, las locuras
de noche, los desayunos, los desvaríos amorosos.
Se convierten en un parte de
ti, vienen a completarte.
Y pasarán muchos amigos por nuestra vida y todos
dejarán alguna enseñanza.
Como tú, supongo.
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