Palabras en el aire
Era jueves. Vaqueros desgastados y una bonita camisa blanca. Los ojos reflejaban la falta de sueño y porque no la desgana por acudir a esa maldita clase. Y encima no había nadie. Nadie que conocieras quiero decir. Sin embargo, en el fondo te apetecía escuchar a aquella profesora británica. De algo te serviría te decías.

Un hola entrecortado. De clase de medicina legal supongo. Y de fuera, claro. Sentados juntos. Llamaban la atención, desde luego. Por allí no se veía de eso. Sonrisas forzadas. O no.
Las dos horas se pasaron volando. Dijeron algo sobre el funcionamiento del Parlamento Británico. Información para el disco duro. Ni nombre, ni un mísero "qué tal".
Cada viernes a las 2. Muertes y otras cosas menos jurídicas para acabar la semana. No estaba mal. En la primera fila, dibujando, era muy curioso. Cruce de miradas y... 27 de noviembre. Otra vez al lado y ¡los hay que se ríen del destino! Y otra vez, nada. Unas cuantas palabras sin importancia, miradas encontradas, algo de empatía y, en el fondo, entendimiento. ¿Complicidad? No sé, pero algo se podía sentir en el ambiente.
Lunes, enero y helado. Tercer cruce de miradas. Ni siquiera te acordabas. Y una sonrisa, una mueca, sin más. Pero suficiente supongo. Nueva gente, nuevos historias por empezar, cambios. Año nuevo, vida nueva. Tu cabeza empieza a fantasear y es que allí estaba a cinco escasos metros mostrando a misma sonrisa de hace unos meses. Palabras que se quedaron en el aire.
Comentarios
Publicar un comentario