Liberté
Libertad. Bonita palabra. Si coges un diccionario y la buscas pone lo siguiente: "1. Facultad por la que el hombre decide su modo de ser o actuar responsablemente ante sí mismo y ante la comunidad. 2. Estado de quien no está preso ni sometido a la voluntad de otro. 3. Falta de coacción o prohibición. 4. Falta de obligación". Parece que es un concepto que abarca varios ámbitos.
Todos hablamos de libertad, de ser libres, de no querer estar sujetos a nada ni nadie. Pero, ¿qué es en realidad la libertad? ¿En qué consiste ser libres exactamente?
En primer lugar, ser libre es ser uno mismo y no por ello nos convertimos en egoístas. No es, por tanto, un sentimiento egoísta.
Ser libre es poder expresarse, probar, caer, levantarse. Es sentirse bien con los demás y con uno mismo. Es estar en paz. Hacer siempre todo lo que te dicta la intuición y elegir la opción que más placer te va a proporcionar
Ser libre no es un sentimiento único. Ser libre es compartirte. Es poder hablar, ayudar, emocionarse cuándo, dónde y ante quien quieras. Ser libre es reírse de lo que sea sin miedo a quedar en ridículo, es sentirse especial, es hacer siempre aquello que pueda proporcionar un bienestar ajeno.
Algo así debe ser sentirse libre o tener libertad. Tener una imaginación tan grande que no abarquen los brazos o tener unos brazos fuertes que resistan tus movimientos impetuosos y tus giros de tuerca. Elegir a aquellas personas con unas cabezas pensantes llenas de altas dosis de vitalidad y realismo.
En eso consiste. En soñar. En volar. Grande y alto. A sí, y rodearte de esos que jamás quieran cortarte las alas. Jamás.
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